«Irse por los cerros de Úbeda»

«Irse por los cerros de Úbeda»

Es una frase española que equivale a otras expresiones coloquiales como irse por las ramas o irse por la tangente. Todas ellas significan: divagar, alejarse del tema central de la conversación, disgregar el discurso con argumentos innecesarios o que no guardan relación.

Úbeda es un bello lugar nombrado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, situado al norte de Jaén. En el tuvo lugar uno de los episodios decisivos de la Reconquista y que, a su vez, formó una de las locuciones populares más conocidas de España: «irse por los cerros de Úbeda».

A muchos les suena esa expresión o en imperativo “no te vayas por los cerros de Úbeda”. Este dicho se utilizó en el Quijote de Miguel de Cervantes. Además también se usa en Latinoamérica, con variaciones como “tirar por los cerros de Úbeda”, “Andar por los cerros de Úbeda” o “irse por las nubes de Úbeda”

Algunos años después de la trascendental batalla de las Navas de Tolosa y tan solo a unas decenas de kilómetros más al sur de España, tuvo lugar otro enfrentamiento en Úbeda entre los cristianos y los almohades. En 1233 lucharon ambos ejércitos y, además de morir cientos de personas, tuvo lugar un curioso acontecimiento que pasaría a la historia en forma de frase popular.

Antes de comenzar el combate, uno de los altos mandos del rey Fernando III, el Santo, Álvar Fáñez, conocido como «el Mozo» desapareció sin que nadie estuviera al corriente de donde había estado. Horas después, cuando ya habían conquistado la ciudad y había pasado el peligro de la lucha volvió, y al preguntarle el rey dónde había estado durante la contienda contestó que se había perdido en los cerros de Úbeda.

No es raro que los cortesanos pensaran que era una torpe mentira para no admitir su cobardía ante la violenta batalla, o una presunta cita con una mujer en aquellos cerros y que fuera tomada burlonamente. De ahí que cuando alguien pretende escaquearse de algo o dar rodeos a la hora de explicar algún hecho se diga la expresión: «te estás yendo por los cerros de Úbeda».

Otra historia cuenta que El Rey Fernando III “el Santo” manda a uno de sus más importantes capitanes Álvar Fáñez a vigilar uno de los cerros cercanos de la cuidad, en ese lugar tropezó con una bella y joven mora de la que se enamoró perdidamente, motivo por el cual no llevó a cabo la misión encargada por el rey. A la mañana siguiente se presentó ante el monarca, que le llamó la atención por no acudir en  su ayuda. El joven sin pensarlo contestó “que se había perdido por los cerros de Úbeda”.

Es famoso este poema

Cerca de Úbeda la grande

cuyos cerros nadie verá,

me iba siguiendo la luna

sobre el olivar.

(Antonio Machado)

Galería de fotografías

 

 

 

 Si te ha gustado mi artículo y quieres recibir todos los nuevos contenidos puedes suscribirte a mi blog https://exprimehistorias.wordpress.com/

Y si quieres oír y ver la historia suscríbete a mi canal de YouTube https://goo.gl/5mMkyM

Relacionados

‘No dejar títere con cabeza’

“Irse al carajo”

“Se te ve el plumero”

“Mantenerse en sus trece”. El «Papa Luna»

“Está en el quinto pino”

“Tomar las de Villadiego”

“Averígüelo Vargas”.

6 comentarios en “«Irse por los cerros de Úbeda»

Replica a Berta M. Piñero Abril Cancelar la respuesta