El hombre que nunca existió y la Operación Mincemeat

El hombre que nunca existió y la Operación Mincemeat

Durante la II Guerra Mundial los aliados establecieron distintas bases de operaciones. Querían iniciar una invasión en el sur de Italia y avanzar hacia el resto de la Europa ocupada por Alemania.

En la conferencia de Casablanca en enero de 1943, Eisenhower y churchil llegaron al acuerdo de que esta se llevaría a efecto en julio.

Las maniobras para la invasión de Sicilia, llamada Operación Husky tenía que mantenerse en secreto.

La isla estaba vigilada por las tropas italianas y alemanas, por ello pensaron en engañar al enemigo sobre el lugar donde comenzaría esa invasión.

Tenían que hacer creer a los alemanes que la invasión se iniciaría desde Grecia y Cerdeña simultáneamente.  Dos oficiales ingleses encontraron la solución:

Sir Charles Cholmondley y el capitán de corbeta Ewen Montagu, que pertenecían a la División de Inteligencia Naval del Almirantazgo del Reino unido.

La idea de este plan parece que provino de Ian Fleming, que fue también el autor del personaje de James Bond.

Fue reclutado por la Oficina de Inteligencia Naval británica. Para esta idea se basó en una novela de detectives que se publicó en los años 30 de Basil Thomson.

Se enviaría información falsa a través de un oficial que habría muerto en combate.

Ya había sido llevada a cabo otro plan anterior en agosto de 1942 en la Batalla de Alam Halfa:

Se abandonó un cadáver en un coche que había sido explosionado cuando atravesaba un campo minado.

El muerto llevaba consigo un mapa falso de campos de minas aliados, y el general Rommel creyó que era cierto. Quedó atrapado con sus panzers en el desierto.

En otra ocasión se intentó hacer lo mismo en Cádiz, pero los alemanes se dieron cuenta del engaño.

Había que intentarlo una tercera vez. Montagu se encargaría de que esta vez los alemanes cayeran en el anzuelo.

La Operación Mincemeat o carne picada o picadillo en español, dio comienzo…

Se decidió que el cadáver aparecería en el mar, para que la autopsia no pudiera revelar cuanto tiempo llevaba muerto.

También se pensó en que fuese un correo de enlace que habría sobrevolado las costas entre Inglaterra y el norte de África.

El lugar en el que se encontraría sería en España, ya que tenía buenas relaciones el General Franco con Hitler.

El mejor lugar era la costa de Huelva ya que había pocos habitantes y al encontrar a un extraño lo comunicarían a las autoridades inmediatamente y estas a los alemanes.

En Huelva también se encontraba un espía alemán llamado Adolf Clauss. Este había trabajado en las plantaciones de café de la Guinea española y estaba bien relacionado en España.

Por este motivo se pensó que era la persona ideal para tenderle el señuelo.

Se eligió el nombre de William Martin, que era un nombre muy común y así la nota de su defunción pasaría desapercibida.

Habría nacido en 1907 en Cardiff, Gales y encontró supuestamente le muerte en un accidente aéreo en un vuelo desde Gibraltar a Londres llevando consigo una información muy importante para el desarrollo de la guerra en el Mediterráneo.

En su equipaje e indumentaria se colocaron cartas de amor desgastadas por el uso y fotografías de su novia llamada Pamela.

Llevaba un recibo de un anillo de prometida y unas entradas de teatro de una obra titulada Strike a New Note en el Teatro Príncipe de Gales de Londres que había sido representada el día 22 de abril,  justamente el día anterior a su muerte.

Llevaba también una cadena con una cruz de plata y placas de identificación en las que se leía: «Mayor Martin,R.M., R/C». Esto significaba: Mayor Martin, Royal Marine, Roman Catholic.

De esta forma sería enterrado en el cementerio católico de Huelva y no en Gibraltar. Así los espias alemanes podrían actuar libremente para saber mas sobre el personaje en cuestión.

También llevaba una carta de su padre, llaves y recibos para que explicaran sus movimientos en días anteriores.

En una carta que iba dirigida por Lord Louis Mounthbatten, jefe de Operaciones Combinadas a Andrew Cunningham Comandante Naval británico del Mediterráneo se decía que William Martin era gran conocedor de la técnicas de desembarco en lanchas.

Faltaba encontrar el cuerpo. Tenía que tener una edad determinada y complexión física adecuada.

Encontraron en el hospital Saint Pancrass un sujeto entre 30 y 34 años que se habría suicidado con matarratas y podría dar el pego, ya que se parecería bastante a alguien que se hubiese ahogado, pero se cree que no habría sido este el hombre que se utilizó.

Otra teoría dice que el muerto fue un paciente con neumonía, ya que al encharcarse los pulmones podría engañar a los médicos españoles, ya que no tendrían a un esperto patologo que pudiese detectarlo.

Una tercera teoría sería una soldado que habría muerto en una explosión del portaaviones HMS Dasher, hundido el 27 de mayo de 1943 por los aliados en un error.

Avisaron a la familia del difunto de lo que se pretendía hacer con el cadáver y para pedir permiso.

La familia lo concedió, no sin antes pedir que su nombre verdadero nunca fuese revelado.

En el mensaje que llevaba el muerto se deducía que Sicilia no era el lugar donde desembarcarían.

Sería en Kalamata y el cabo Araxos, en el Peloponeso griego, y la isla de Cerdeña. Una vez conquistada Cerdeña, atacarían Sicilia desde el Este y el Oeste, para avanzar hacia Berlin.

Decía que lo de Sicilia era para engañar al enemigo y que Martin era el adecuado para lograr el desembarco.

El maletín fue puesto con una correa en la cintura de Martin y desde allí una cadena lo esposaba a la muñeca.

El submarino HMS Seraph transportó al Mayor Martin hasta Huelva. La dotación era de 43 marineros y cinco oficiales cuando la operación Mincemeat se llevó a cabo.

El día 19 de Abril de 1943, sobre las 18:00 horas zarpó de la base de Holy Loch con rumbo a la isla de Malta. El cadáver, transportado en coche desde Londres, se había colocado en un recipiente metálico de dos metros de longitud y 60 cm. de ancho

Simulaba llevar en su interior material óptico. Otras afirman que dijeron a la tripulación que se trataba de instrumental óptico para uso meteorológico.

El día 30 de Abril,  a una milla marina de las playas de Huelva, el submarino salió a la superficie. Esperaron a que unas barcas de pescadores terminaran de faenar, para no ser vistos.

Otro contratiempo estuvo a punto de terminar con la misión:

Un avión de la R. A. F. lo bombardeó creyendo que era alemán. Se hicieron estudios de las condiciones meteorológicas y de navegación con el fin de que no fuera detectado por el enemigo.

Navegaban por el día y por la noche subían a la superficie. Cuidaron que las corrientes del Estrecho de Gibraltar depositaran el cuerpo en el lugar previsto.

A las 4:30 h. de la madrugada,  se ordenó subir el catafalco a cubierta. Junto a él solo permanecieron los oficiales. Jewell era el único que conocía el secreto, así que antes de destapar el cuerpo, tomó juramento de silencio a todos.

Se celebró un breve oficio fúnebre, según tradición en la marina real inglesa. Después, colocaron el chaleco salvavidas (llamado Mae West con el típico humor británico) y se aseguraron de que el maletín permanecería esposado al mayor Martin y le arrojaron al mar.

Dejaron junto a él un bote salvavidas de las Fuerzas Aéreas británicas para dar la impresión de que se había producido un accidente de aviación. Miraron el trayecto que seguía el cadáver, ayudándolo con las olas de navegación del submarino a seguir el recorrido deseado.

Después, continuaron su viaje hacia la isla de Malta. Jewell informó a sus superiores enviando el siguiente mensaje: Mincemeat completed.

La visita a su tumba se incluye en algunas guías turísticas de Huelva. En su lápida se puede leer:

«William Martin. Nacido el 25 de marzo de 1907 y muerto el 24 de abril de 1943. Hijo adorado de John Glydwyr Martin y de la difunta Antonia Martin de Cartiff  Walles. Dulce et decorum est pro patria mori. RIP»

Desde el entierro de «William Martin» siempre hay flores frescas en su tumba. En 2002 se reveló el secreto de quién las colocaba:

Isabel Naylor, hija de un trabajador inglés de la Rio Tinto Company Limited, que siguió la tradición que su padre inició cuando ella contaba 14 años. Se realizaba el primer domingo de noviembre en el Cementerio de la Soledad en Huelva.

Estos homenajes depositando flores en las tumbas ya los había visto con anterioridad en el Cementerio de Bellavista en Riotinto por parte de la comunidad británica.

Solían hacer este homenaje en Inglaterra con amapolas rojas a los soldados y marinos caídos en la Segunda Guerra Mundial en el Domingo del Recuerdo que suele ser el segundo domingo de noviembre.

La Familia Real Inglesa y el Primer Ministro Británico suelen depositar estas coronas de flores en Londres. el 11 de noviembre se celebra «el Dia del Recuerdo», en el que se conmemora el Dia del Armisticio, que fue el final de la Primera Guerra Mundial.

Isabel Naylor fue condecorada por el gobierno inglés con la Medalla del Imperio Británico en 2000, y tenía las medallas de oro de la ciudad en 2019 y de la provincia de Huelva anteriormente en 2013.

A Isabel le sorprendía que fuese un misterio quién ponía las flores, ya que ella nunca lo ocultó y muchos de sus amigos lo sabían.

Falleció el 24 de marzo de 2019 con 86 años. Su hija Gladys Mendez y la hija de esta seguirán con la tradición.


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