Napoleón pasó una noche dentro de la pirámide de Keops

El General llegó en el verano de 1798 con el fin de liberar a Egipto de los Turcos. Pero no solo perseguía objetivos militares y llevó consigo a expertos: matemáticos, físicos, químicos, biólogos, ingenieros, arqueólogos, geógrafos, historiadores…hasta mas de un centenar. Entre ellos figuraban los matemáticos Gaspard Monge, fundador de la Escuela Politécnica; el físico Étienne-Louis Malus; y el químico Claude Louis Berthollet, inventor de la lejía. Sin conocer siquiera el destino del viaje hasta que navegaron más allá de Malta: «No puedo decirles adónde vamos, pero sí que es un lugar para conquistar gloria y saber» les dijo Napoleón.

Mientras un soldado cavaba una trinchera alrededor de la fortaleza medieval de Rachid (un enclave portuario egipcio en el mar Mediterráneo), halló por casualidad la conocida como la piedra Rosetta, la cual sirvió para descifrar por fin los jeroglíficos egipcios. Se trataba de una sentencia del Rey Ptolomeo, fechada en 196 a. C, escrita en tres versiones: jeroglífico, demótico y griego. A partir del texto griego fue posible encontrar las equivalencias en los jeroglíficos y establecer un código para leer los textos antiguos.

Bonaparte, pasó supuestamente una noche en el interior de la Pirámide de Keops. Su séquito habitual y un religioso musulmán le acompañaron hasta la Cámara del Rey, El general pasó siete horas rodeado solo de murciélagos, ratas y escorpiones en la pirámide. Justo al amanecer, surgió de la oscura estructura, desencajado. A las preguntas de expectación de sus hombres de confianza sobre lo qué había ocurrido allí dentro, el General respondió: “Aunque os lo contara no me ibais a creer».

La noche que pasó Napoleón dentro de la Gran Pirámide pareció cambiar su carácter para siempre. Aunque regresó derrotado militarmente a Francia, despegó políticamente en los siguientes meses. En noviembre de ese año organizó el golpe de Estado del 18 de brumario que acabó con el Directorio, última forma de gobierno de la Revolución francesa, e inició el Consulado como líder.

Napoleón trató de emular las huellas del conquistador Alejandro Magno y del general romano Julio César, que supuestamente habían pasado también una noche en la cámara buscándose a sí mismos

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